DESBARAJUSTE



¿Qué pasa por mi cabeza cuando le reto? ¿Qué es lo que busco cuando le reclamo atención a llantos? ¿Qué espero cuando soy imbatible alegría? ¿Qué significan mis lágrimas, mis risas, mis descaros, mis quejas, mi entrega, mis cursis frases de cariño?


Como razón obvia me muestro a cada instante, sin posibilidad momentánea de convencimiento. Voy a la contra o a su paso con los bolsillos llenos de seguridades. No escucho, no veo, no pienso. El misterio está en la duración, dos frases más arriba soy certidumbre al norte, un minuto más abajo me vuelvo certeza al sur.


¿Cómo me explica? Si lo supiera... Pero más me gustaría conocer el final, el límite de su paciencia para no pasear cerca porque de inconsciente me arrastran los precipicios y del barranco no me salva un azote, eso lo sé.


Le pido disciplina discutiendo la disciplina; quiero la palabra sumisión y me acomodo en huracanes de orgullo; Le imploro mimos como quien pide azotes y le demando castigo como niña perdida que busca abrazos. Le acuso (el peor de mis defectos) y me disculpo casi en la misma frase. Le escondo las palabras cuando el momento lo requiere y hablo a borbotones cuando el motivo ya es historia.


Ser contradicción es innato en mí pero con usted se acrecienta, le quiero y le quiero... ejemplo más claro no encontré.

0 Comments:

Post a Comment



Entrada más reciente Entrada antigua Inicio