DE LEJOS


Acabo de hablar con usted con sensaciones encontradas. No entiendo por qué de lejos le siento más mi Señor, por qué la cercanía me roba esa sensación. Soy yo pero también usted. "Sí Señor" escrito mil veces más que dicho, mil regaños más y nace un castigo casi siempre futuro. ¿Qué pasa en su presencia? Yo todo quejas, usted todo tolerancia. Gana la niña consentida que cada vez que la complacen se siente abandonada, se siente incomprendida. Yo debería entender que mi sumisión empieza asumiendo una autodisciplina de la que soy incapaz y le cargo con todo el peso de mi fracaso. Es una actitud muy común que roza la soberbia, la que hace culpar siempre al otro.

Quiero explicarle que soy imperfecta y que le necesito pero no sé hacerlo. El otro día sentí sorpresa cuando aventuró lo que creía que yo echaba en falta en mi vida. Es curioso las distintas visiones de una realidad. A nosotros no nos falta comunicación, nunca le ahorro las ideas pero las miramos desde distintos puntos. !Yo le quiero tanto! ¿sabe que es tanto? Tanto es diferente, es otra forma y pánico siento si el día a día me lo transforma. Yo anhelo sus besos y sus abrazos pero los que yo le suplico también nacen en sus manos, en sus palabras. Un azote suyo es el más cariñoso de los besos, una palabra autoritaria es el abrazo más significativo... todo está bien y siendo yo me acoplo en usted y ahora sí, en sus brazos y en su boca pero tan distinto, tan parecido a nada...Mi vida no echa de menos esa nada, al contrario, huye de ella, busca otra cosa. Es simple, no sé vivir allí, nunca he sabido y no me apena. Como pocas cosas me enorgullece esa certeza, por eso creo que encontrarle fue una suerte, porque usted aunque quisiera no puede darme esa nada y me tranquiliza pero puede darme mi todo y me intranquiliza no conseguirlo.

Sé que usted no entiende, sé que es difícil comprobar que queriendo complacerle todo en mí suene a queja. No es queja, es búsqueda, búsqueda interna de lo factible. Y es lucha para que usted sea quien enarbole esa bandera. Dígame que es posible, dígame que tenemos todos los ingredientes, dígame que todas nuestras fantasías que plasmamos en la teoría son más fuertes que cualquier realidad. Si no fuera posible, reconstruyamos, hagamos recuento sincero de nuestras herramientas y montemos lo que la realidad no pueda tirar.

Le he dicho ya que le necesito?

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