Sí, ha pasado tiempo, quizá demasiado. Descuido tras descuido lo fui dejando abandonado. Desatendí el blog a la vez que ralentizaba mis necesidades.
Corrieron malos tiempos para la lírica entre crisis de todos los colores, la más banal me despertó. Los 40 veranos me han llenado de urgencia y el spanking ha vuelto a mí como hizo la primera vez, intenso, loco e irracional. Vuelvo a no quitármelo de la cabeza, vuelvo buscando mil maneras de limpiar el óxido de la rutina.
No hay culpables, sólo un intensa dejadez provocada por el devenir diario de lo que creemos que importa. Una equivocación, un error de percepción, un disfraz en el espejo que nos enmudeció.
Necesidad y coherencia. No se puede dejar de ser. Las palabras siguen tomando el mismo camino, directas al mismo destino. Son diferentes como diferente es quien me escucha, el tiempo nos cambio el acento pero no pudo con la fantasía. La durmió y es hora de despertar.
4 Comments:
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Tempus fugit, memento mori
Estaré atenta a tu blog por si resurges. Si te vale mi experiencia despertar ha resultado muy, muy alentador.
Besos